Si Marx hablaba del opio del pueblo, Raymond Aron indaga en el opio de los intelectuales. En este ensayo
crítico, convertido en un clásico de plena vigencia, el pensador francés disecciona el comportamiento de los
intelectuales de su generación que, arrastrados por el dogmatismo, por la fe ciega en una ideología, por la incapacidad
de ejercer el pensamiento crítico y libre, acabaron siendo peones de ideologías opresoras en nombre de ideales
revolucionarios.