Hasta ahora el mundo no ha sido capaz de prevenir o detener los asesinatos en masa. La evidencia de ese fracaso es abrumadora: el genocidio ha persistido siempre que los líderes políticos lo han considerado útil para sus propósitos, de Europa al sur de África, de Guatemala a Indonesia, de Camboya a Darfur. Daniel Jonah Goldhagen, autor del best seller internacional Los verdugos voluntarios de Hitler, que cambió nuestra manera de ver el Holocausto, advierte que este problema necesita ser repensado desde su origen. Este rompedor libro es al mismo tiempo un llamamiento y un plan de acción. El genocidio, un fenómeno demasiado común, forma parte de un mecanismo político más amplio, el "eliminacionismo". Goldhagen nos ofrece esperanzas reales de erradicarlo y nos invita a "centrar nuestra atención en ese azote, comprender sus causas, su naturaleza y su complejidad [...] y, progresando a partir de esa comprensión, diseñar unas instituciones y unas políticas que salvarían infinidad de vidas y que también eliminarían la letal amenaza bajo la que vive tantísima gente".