Cecilia Puga pertenece a una nueva generación de arquitectos chilenos que, junto a Smiljan Radic, Alejandro Aravena o Pezo von Ellrichshausen, proponen desde su condición periférica temas que están muy en consonancia con ciertos caminos de la arquitectura contemporánea.
A pesar del aparente aislamiento que podría asociarse al trabajo realizado desde esta condición de lejanía, la obra de esta nueva hornada de arquitectos chilenos trata de responder a la escasez sacando el máximo partido a las cualidades materiales y espaciales de sus proyectos. En este marco, la obra de Cecilia Puga discurre por un amplio espectro de encargos (desde viviendas unifamiliares a colectivas o instituciones educativas) y parte de una actitud posibilista que no deja de lado, sin embargo, cuestiones fundamentales como la relación entre el edificio y el suelo, o el diálogo entre la masa en suspensión y su estabilidad.
Este volumen de 2G recoge diecisiete obras y proyectos de la arquitecta chilena, entre las que se encuentran la ejemplar Casa en Bahía Azul, obra donde el icono clásico de la sección de una casa -el perfil que podría dibujar cualquier niño-, se manipula, gira y transforma para producir un extrañamiento en relación con su entorno. Situado al borde de una árido acantilado de la costa chilena, el icono inicial se diluye y la casa aparece casi como una extraña ruina en el paisaje.
La publicación cuenta además con textos introductorios de su colega de profesión Smiljan Radic y del arquitecto y editor chileno Patricio Mardones. En la sección nexus, un álbum fotográfico personal recoge aquella arquitectura chilena anónima y aquellos paisajes que sirven de inspiración para la obra de Puga.