La creación como concepto prácticamente se ha disuelto en nuestro tiempo debido al uso inmoderado del término que la nombra. Nos ha llegado cargada de prejuicios antes de estallar en mil pedazos e interesar a sectores tan ajenos a su original sentido como el Mercado o, si se prefiere, el marketing. Si contemplamos un contexto político como el nuestro, veremos que los registros de la cultura y el arte -incluidos la moda vestimentaria, la cocina y el deporte, con la hipertrofia deportivo-futbolística, o la "fiesta" taurina- invaden nuestro espacio mental atrayendo tanta más atención cuanto mayor es su agotamiento y, sobre todo, su puerilidad. Ahí la "creación" no sólo ha invadido todos los campos, también la producción de "conceptos" parece haber consumido el terreno filosófico que le pertenecía para acceder al marketing.
El presente libro esboza una trayectoria de largo alcance que, partiendo de la eminente figura de Sófocles vista por Aristófanes, llega hasta Marcel Duchamp o Christo Javachef, con el objetivo de despejar una perspectiva estética cuya totalidad aún está por ver. Si admitimos en la Naturaleza la imaginación de una materia inagotable por su capacidad de inventar y renovarse, será de justicia que la filosofía y el pensamiento estético, con la psicología, la teoría psicoanalítica o la neurología, traten de hallar en quienes inventan, crean o descubren una particular «naturaleza» que debe tomar cuerpo en cada uno de sus trabajos.