En 1962, se publicó la primera edición del léxico de la construcción del Instituto Eduardo Torroja de la Construcción y del Cemento. En su prólogo, Alvaro García Meseguer reconocía lo ambicioso de la obra y se lamentaba de que no estuviese completa ni a su entera satisfacción. Aún así, decidieron dar por terminado el trabajo, que no obstante, reconocía al final del prólogo que debería completarse y perfeccionarse. Han transcurrido casi cincuenta años desde su publicación, y aunque hoy existen diccionarios técnicos generales, y de la construcción en particular, de diferentes autores y editoriales, ninguno ha conseguido superar la amplitud del léxico del instituto.