Este relato proviene del libro Memoria por correspondencia, volumen que
recoge veintitrés cartas que escribió Emma Reyes, pintora y escritora colombiana,
a su amigo y confidente el escritor Germán Arciniegas a lo largo
de varios años y en las que cuenta sus primeros recuerdos de infancia.
La historia, narrada desde los ojos de la niña Emma Reyes, se remonta al
día en que ella, con la ayuda de su amigo «el Piojo» y otros niños de la calle,
crearon con sus propias manos al General Rebollo.
La artista colombiana revela así uno de sus recuerdos más lejanos, cuando
era una niña huérfana, que vive en medio de la miseria en la Bogotá de los
años veinte, pero lo hace con pinceladas de brillante lucidez, con palabras
que trasmiten la frescura y la ingenuidad de un juego infantil.
El trabajo de ilustración de Carme Solé Vendrell es sublime y conmovedor,
capaz de envolver al lector en cada escena hasta casi mancharlo de barro.
Un libro en el que el trazo espontáneo y la riqueza técnica realzan la expresividad
de ese personaje colectivo que tan bien retrata su pintura: la infancia
más vulnerable.