El astuto abogado Laurence Fife, conocido también por sus escurridizas aventuras femeninas, aparece un día asesinado. En el juicio, todo conduce al jurado a pensar que su joven esposa, Nikki, es la culpable. Tras ocho años de prisión, Nikki sale en libertad bajo palabra y encarga a la detective Kinsey Millhone descubrir quién mató realmente a su marido. A Kinsey Milhone no le asusta meterse en líos, pero éste es especialmente enmarañado porque las huellas de aquel homicidio parecen haberse esfumado con el tiempo y, por si fuera poco, otro asesinato, cometido también hace ocho años, y un cadáver reciente, aún caliente, vienen a enredarlo todo todavía más…