Tiempos legales, tiempos de transporte, de caducidad, tiempo libre, tiempos muertos. Nuestra vida cotidiana
se rige por una convulsa cuenta atrás; mantenemos una relación de conflicto defensivo con los relojes. En 1865, el
matemático Lewis Carroll escribió en Alicia en el País de las Maravillas: «Si conocieras al Tiempo tan bien como lo
conozco yo -dijo el Sombrerero-, no hablarías de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje! [...] El tiempo no tolera
que le den palmadas. En cambio, si estuvieras en buenas relaciones con él, haría todo lo que tú quisieras con el reloj».
La multiforme historia del tiempo se inscribe en esta separación entre exterioridad e interioridad, entre objetividad
y subjetividad. Y, antes de ser una cuestión de psicología o de filosofía, es un problema de historia, un proceso de
construcción elaborado a través de las épocas del pasado, proceso que, silenciosamente, sigue formando parte de nuestro
presente. La frenética idea del tiempo como objeto natural que se nos escapa es fruto de multitud de historias en las
que se entremezclan religión, tecnología, astronomía, física, biología y psicología. En estas páginas, Pietro Redondi
propone un fascinante recorrido a través del concepto de tiempo, de su mensuración y representación en la historia de
la cultura, el arte y la literatura de Occidente.